jueves, 15 de enero de 2009

Ya huele... sabe... se ve... se oye... ya es carnaval


Sí, amigos... ya huele a carnaval. Y qué buenos recuerdos con cada olor... Pero... si el carnaval huele a una mezcla de pis, whisky, ron, cerveza, moscatel, manzanilla, vómito, ¿De verdad que trae tan buenos recuerdos los olores del carnaval? Es que a mí el carnaval no me huele a eso. A mí el carnaval me huele a local de ensayo en unas vísperas de actuación, con esa mezcla de desodorantes, colonias, after shaves y gominas de mil marcas distintas; con un poquito de olor a maquillaje, con una pizca de romero quemado y una gran cantidad de humo de tabaco. El carnaval se huele después, en el Falla, donde huele a... a algo, no sé a qué exactamente (el duende del teatro, que te camela con los cinco sentidos). Y al día siguiente de cada actuación todos esos olores se mezclan en tu disfraz... y te lleva a todos esos momentos que viviste ayer.

Sí amigos, ya sabe a carnaval. Pero... si el carnaval no sabe a nada, o si acaso a resaca. Bueno, para los degenerados sí, pero a mí no, a mí me sabe a fracaso, a decepción, a victoria o satisfacción, me sabe a caldito en la batea, me sabe a miel y limón antes de cantar, me sabe a manzanilla y moscatel, me sabe a millones de cosas, buenas.

Claro que sí, ya se ve el carnaval. Pero hombre, si en carnaval solo se ven botellas rotas en el suelo, ríos de pis, vómitos, borrachos por los suelos, restos el disfraz de la noche del sábado anterior. No, yo esas cosas prefiero no verlas (aunque por desgracia nublan la vista del carnaval). Y no, tampocon son unas luces cutres en la avenida o en las Puertas de Tierra (¿donde quedaron esos grandes muñecos del dios Baco, Neptuno y de Hércules que adornaban la torre? yo sé esa historia negra, se la dejo al Señor X, si no la sabe yo la escribiré), ni es una cabalgata churretosa por la avenida. El carnaval es ver un disfraz la semana antes de actuar, es ver tu agrupación en el teatro el día después, o ver la batea de tu coro desde abajo y desde arriba. El carnaval es un niño disfrutando de papelillos y serpentinas... Así sí se ve el carnaval.

Por supuesto, el carnaval se oye. Y no, no son bullas en la calle, silbatitos, martillitos, trompetitas, cajitas y bombos... no, ni la sirena de la policía ni de la ambulancia. El carnaval suena a coplas, solo a coplas.

Por eso ya estamos en carnaval.


Salud!!

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