Hoy me he levantado cantando este magnífico pasodoble de un grande de la fiesta poco reconocido y que, debido a su falta de primeros premios en su currículum, hagan que muchos se olviden que tiene pasodobles y repertorios magníficos y maravillosos.
Precisamente este pasodoble me trae uno de los recuerdos más bellos que tengo carnavalescamente hablando. El pasado año, el verano del 2009, formé parte de la antología llamada "Los Maracuyá", en la que tocaba el bombo. Concurso de la Peña El Quini, primer día cantamos el grupo completo bastante bien, el jurado decide pasarnos a la final. Para la final faltan un buen número de componentes de la agrupación. Para no faltar, decidimos cantar con un grupo reducido, y viendo que faltaban voces importanes, las suplieron algunos de los allí presentes. Además, para evitar que se viera estéticamente feo, decidimos cantar los pasodobles del repertorio sentados en banquetas y a compás de unos servilleteros, de Cai, Cai... Es un momento que recordaré mucho tiempo, fue precioso y muy carnavalero. El premio es lo de menos...
Aquí os dejo este pasodoble que quiere hablarnos de que no podemos olvidar, cuando vayamos a cantar, de echarle piropos a todas las playas de Cádiz, no solo a la Caleta.
En Cádiz para inspirarse
o para escribir un tema
el poeta siempre busca
a su musa en la Caleta.
Es tanto lo que se ha escrito
sobre esta playa en cuestión
que cuando llega la fiesta
se ha convertido en tema obligado
el cantarle a la Caleta
y de otras playas se han olvidao.
Pues por si alguien aún lo ignora
en Cádiz tenemos varias playas
que a la Caleta nada le envidia.
Está puntales, y Cortadura
y la playita de Santa María.
Y por encima de todas ellas
como una reina hecha de sal
está la playa de La Victoria
y que por cierto de nadie es novia
tan solamente quiere jugar
con la arena y con las olas
y charlando con las caracolas
no le hace caso a los piropos
que sus visitantes le quieran echar.
Bellísimo!!!! Disfruten amigos!
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