miércoles, 15 de septiembre de 2010

Y me levanto cantando... Popurrí "Los chochos de Cai"


Estrenamos una nueva sección. Porque hay días que te levantas con una canción en la cabeza y no hay quien te la quite, esta es tu sección. En este caso, voy a contaros con que coplita me levanto por las mañanas. Así, que para todos ustedes, la sección Y ME LEVANTO CANTANDO...

Hoy me he levantado, tarde por cierto (pensaba madrugar medianamente para aprovechar la mañana), con esa coplita en la mente que no te deja tranquilo, y vas al baño y la vas cantando, y te estás preparando el café, y la estás cantando... Hoy ha sido el popurrí de la primera agrupación adulta en la que participé, la comparsa "Los chochos de Cai".

La comparsa salió en el año 2007 de la mano de Rafael Pastrana Lorenzo y la dirección de Jose Ramón Navarro Domínguez. Veníamos de un segundo premio juvenil con "La Maldición" (que dirigí). Íbamos con ganas de debutar en la categoría de adultos y con mucha ilusión, sin pretensiones de ningún tipo, solo aprender. El tipo quería hacer homenaje a las mujeres gaditanas, sobretodo y en especial a las mujeres de avanzada edad, las abuelas de Cai, que trabajan sin descanso en esa factoría que es su hogar, sin convenios laborales, ni bajas, ni vacaciones. De ahí el nombre de la calle y el número en la espalda de la rebeca, como los monos de Astilleros, La Bazán... O el detalle de la escoba, que en la punta del palo tenía un palo transversal, como el que tienen las palas. El autor, haciendo un juego de palabras, quiso plasmar en el nombre la idea completa (chocho por viejo y por lo que ya sabemos). La comparsa tuvo muy buenas críticas en los mentideros carnavalescos (típica expresión), como ejemplo aquel día en Onda Cádiz estaba invitado Jose Antonio Valdivia, del que recibimos palabras de alago.

El popurrí, como no podía ser de otra manera, hablaba de la vida de una abuela gaditana día a día. Este popurrí lo guardo en mi memoria con mucho cariño ya que a una de las cuartetas (la quinta) le compuse la música a petición del autor, que me dijo con estas palabras: "quillo, hazla nueva, que está muy alta, bájale el tono un poquito". Yo con una sonrisa de oreja a oreja acepté, y creo que no salió mal del todo. Además me encargué de algunos arreglos musicales, tocaba la caja y cantaba de segunda.

Aquí os dejo la letra que, como comprobareis, no tiene desperdicio y es una realidad:


1.Tempranito empezó su jornada
cada día se despierta al alba
se espabila con agua y jabón
y el café puesto en la candela.
Y solita callejeando
llega a casa de su Milagros
porque están trabajando a los dos
y a su nieta lleva a la escuela.
Se le cae la baba con sus dos coletas
y le da un abrazo: "Vámonos, abuela"
Se le cae la baba, el día ya va clareando
Y de la mano la abuela y la nieta,
las dos se van alejando.

2.Y vuelve a la factoría
y con la escoba en la mano
barre el suelo y la escalera.
Aunque nunca tuvo estudios
lleva con esa herramienta
media vida de experiencia.
Y despierta con su voz,
como siempre en el balcón,
mientras riega las macetas
y se quedan embobás
las torres al escuchar
cuando canta en la azotea.
Y en esas calles de cal
entre la ropa mojá y las pinzas de tender
ya le van a dar las 10,
otra vez se va a la calle
que aún hay mucho por hacer.

3.Con las prisas coge el carro
y sale pitando para la plaza,
y le llega hasta el sentío
el aroma fresco a clavo y laurel.
Esa, la que no tiene un salario
porque no existe dinero pa pagarle sus esfuerzos,
va pensando en todos los habíos
y con prisa por los puestos
pasa una y otra vez.

4.Luego tuerce a la derecha
va pa la Plaza Las Flores
se ha acordao de su Cristo,
el Cristo de sus amores.
A la puerta de la iglesia
llega cargada de bolsas.
Pa pedirle a su moreno
en silencio aguarda cola:
Jesús, salud para los míos
Y cuida de mi gente,
de mis nietos y de mis hijos.
Que no falte trabajo
y pa mi no quiero na,
que yo ya estoy contenta
si están todos sanos
y no falta el pan.

5.Que convenio habrá firmado
para no tener descanso
ni a la hora de comer
y sudando entre fogones
encerrada en la cocina
que el puchero hay que poner.
Es la última en sentarse
sin quitarse el delantal
la primera en levantarse
porque tiene que fregar.
Y cuando acaba el fregao
vámonos pa la Caleta.
Con tal de estar con sus nietos
no se echa ni la siesta.
Mil ojos pa que no se meta
ninguno en agua tapá.
Le da a todos su merienda
que ha preparao con alegría.
Y casi sin darse cuenta
ya se le ha hechao la tarde encima.

6.No libra un día, ni en navidad.
Y los domingos también currelas.
Una montaña de ropa hay que planchar
y vuelta a la cocina pa hacer la cena.
Cuando termina coge el sofá
y se queda cosiendo medio dormía.
Le sigue dando vueltas, entre cabezás,
a to los mandaos que hay que comprar
y para la alcoba se va rendía.
El sueño le ha vencido una vez más,
a la cama se vá, mañana será otro día.
A la cama se va...

7.Que tiene su vida entera
arriba en el lavadero
la de la vista cansada,
la de los blancos cabellos,
la que se acuerda del hambre
y se acuerda de la guerra,
la que se acuerda de Franco
y de toíta sus casta entera.
Déjate de penas, déjate de males
Cógete de mi brazo
porque llegaron los carnavales.
De negro y de penitencia
detrás de su Cristo bueno
la que baila por tanguillos
y te canta con salero.
La que nunca tuvo nada,
porque todo lo reparte.
La que tiene dos cojones
para llevar su casa p'alante.
Déjate de penas, déjate de males.
Cógete de mi brazo
porque llegaron los carnavales.




El popurrí termina con un acorde a 5 voces, entrando de una en una voz. Precioso. Al grupo le faltaba rodaje, pero fue un magnífico debut en adultos, sin ninguna duda. Después de los aplausos, pitos y pasacalles de aquellas viejecitas cogidias del brazo de dos en dos, mientras se cerraba el telón. Grandes y gratos recuerdos de ese año. No me dirán que la letra es una maravilla y toda una gran verdad. Seguro que mientras la has leído te acordabas de tu abuela, segurísimo que sí. A mí me pasa.

Aprovecho para dedicárselo a Teresa Correro, mi abuela, que falleció el pasado febrero. Un beso, allá donde esté.

Diviértanse!

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